Terapia Divina

La oración de silencio y la oración contemplativa son verdadera Terapia Divina.

La Terapia Divina que actúa en el silencio interior es sanadora porque nos lleva a descubrir lo que hay dentro de nosotros, es un viaje al inconsciente que nos conduce paulatinamente a la conciencia de la Presencia, y esta Presencia nos permite reconocernos tal cual somos ante el Misterio.

El acompañante o terapeuta es el mismo Dios que nos muestra cómo ir transformando nuestras actitudes egocéntricas o nuestras actitudes neuróticas en actitudes cada vez más abiertas y auténticamente plasmadas de comprensión y amor, el amor de la Presencia.

La oración de silencio y la lectura de la Palabra llevada a cabo como Lectio Divina llevan a descubrir el yo profundo con sus debilidades y flaquezas y, por otro lado, hacen manifiestas las bondades del amor de Dios, el Divino Pastor que rescata a sus ovejas extraviadas.