Ellos regresaron.

La certeza de que todos llegaremos al momento de nuestra muerte es quizá lo único en lo que coincidimos todos los seres humanos, pero lo que pueda o no suceder pasado ese punto nos está velado, y en consecuencia ha dado pie a infinidad de teorías a lo largo de los milenios.

Algunos suponen que al terminarse la vida todo acaba para siempre, otros creen fervientemente en paraísos y unos más aseguran que el alma reencarna una vez tras otra, en un larguísimo ciclo del que el individuo no está consciente pues la memoria se pierde entre una encarnación y la siguiente; pero, ¿acaso existen otras posibilidades?

Un hombre obsesionado por encontrar explicaciones cierto día se vio en poder de un papel escrito en un extraño idioma, y de su incansable afán por comprenderlo surgió un peculiar libro titulado El elíxir de la vida, del que sólo se imprimieron unos cuantos ejemplares. La obra cambiaría el destino de quien la leyera pues en ella se desentrañan los enigmas de una forma única de inmortalidad, la receta para obtener la victoria sobre la muerte y sus ignotas consecuencias.

Cuando una de estas contadas copias cayó en manos de Marilyne, una chica de apenas 16 años, sin entender por qué quedó atrapada por su contenido, y en compañía de su prima Davina emprendió un viaje azaroso llevada por la obsesión de desentrañar los mensajes crípticos de sus páginas.

El autor del libro y unos cuantos más, entre quienes se cuenta Marilyne, a sabiendas o no han logrado una vida inacabable, lo que a primera vista puede parecer una bendición; sin embargo, con el correr del tiempo su eterna permanencia en este plano existencial quizá haya resultado en lo opuesto y ahora busquen la manera de cortar el interminable ciclo de su eterno retorno.