Cristero cátaro

Manuel creció engañado. No es fácil ser el menor en una familia numerosa que además es conservadora hasta el extremo.

Tras una vida de extravíos entre el doble discurso de sus mayores y su interpretación personal del férreo código de conducta impuesto por su padre, su libre albedrío está tan nublado que sólo le queda acallar sus voces internas haciendo lo mínimo para obtener lo que se ha vuelto su refugio; drogas de todas clases, cualquiera que le ayude a dejar de pensar.

Pero un buen día, arrastrado por las circunstancias, le llega el despertar que dará sentido a su vida; un renacimiento personal que aparejará el encuentro con su verdadera vocación.

Un nuevo Manuel surge de la debacle para enarbolar la bandera de la libertad de pensamiento como vía hacia el conocimiento interior y la paz espiritual, y convertido en una suerte de moderno monje mendicante inicia una cruzada en defensa de sus principios en la que arremete contra los poderosos sin importarle las consecuencias, que seguramente las habrá.

En esta ocasión Francisco J. Marín nos presenta una trama ficticia pero de marcados tintes autobiográficos. Desde la trinchera de las letras lucha hombro con hombro al lado de Manuel, un personaje tan improbable que seguramente existe en la realidad, en su atrevido esfuerzo por abrir las conciencias a una nueva comprensión de la realidad.